El alcohol no es staedler

Me tomé todo pero todavía me acuerdo.

La muerte es muy mentirosa

Ayer soñé que le ganaba una falta envido con 25, de copas.

Al pedo

En el marco de la ventana descubro que el sol, con el paso de las horas, fue venciendo a la sombra.

Me odio por eso

Ser orgulloso es una mierda, pero cuando discutimos me pongo en recio. Y me equivoco, y lastimo y hasta mato por mantener una posición que sólo lastima y mata a quienes quiero.

Lo dicho

Cuando el ánimo es un equilátero, como que las palabras se van cayendo por los ángulos, amontonándose en unos falsos haikus.
Sentirse mal rompe mucho las pelotas, pero a veces no tiene remedio, me cache.

(noctámbu)Losopor

Esta luna plateada no malgasta sus perlas en mi desesperación.

Ajeno y oscuro

Afuera, un mundo maravilloso es vivido por alguien más. Nosotros, mi alma y yo, mis recuerdos y yo, sólo nos atrevemos a espiar por la ventana.

Cristales de arena

De mi furiosa juventud, apenas quedan huellas borroneadas sobre alguna playa.

Miedo

Por dentro me crece un filo que baila sobre mi alma.

truchen Código Da Vinci II

Will Eisner, en La Conspiración, ya trata el tema de Los sabios de Sión, Leonardo Da Vinci, la Sangre de Cristo, etc, etc, etc. Con un prólogo riquísimo de Umberto Eco.

Imperdible Gorodischer

Acabo de ver, por canal(á), la entrevista que le hizo la Hopenhayn a la vieja quien, con su humor y su peluca de fuego, me encendió la mañana.

truchen Código Da Vinci

En Las helvéticas, Hugo Pratt juega con la historia del Priorato de Sión, de Jesús, María Magdalena y la Sangre Real. Parece chiste que un autor infinitamente menor como Dan Brown, por otra parte, un eximio oportunista, se lleve el crédito de un juego lúdico que no le pertenece.

Hugo Pratt

Había olvidado lo que sentí, de chiquito, al leer Los escorpiones del desierto, sentado en la sección infantil de la Biblioteca Popular de La Boca; una mezcla de maravilla y vértigo muy similar al miedo.

des Forets me recuerda

Tan sólo una vez, siendo todavía un niño, creyó acceder a la cumbre de sí mismo -a una ausencia espléndida- donde conoció una embriaguez verdaderamente memorable. Creyó tocar algo así como un talismán que podía hacerlo insensible a las burlas, sordo a las reprimendas, descubrió que bien podría escapar de la servidumbre a condición de que se negara a comunicarse con los de su edad que consideraban la docilidad como más hábil o más confortable y se asustaban de sus despropósitos a los que seguían otros tantos sermones vulgares y monótonos, a los que sancionaban con otros tantos castigos.

Desde la pajarera, preferimos el niño travieso al adulto insertado.

Calurosidades

¿Será que se anticipó la llegada del infierno?

Impresentables

Faivertel no me instaló el servicio en término, me dijeron que era gratis y me cobraron y, encima, me cortaron la promoción antes de tiempo.

Embolante

Quise darle crédito a Ishiguro. Algunos decían, basándose no sé en qué, que merecería un futuro y seguro premio Nobel. No es que yo piense que el dichoso premio es así como re fachu pero, qué sé yo, muchos de sus ganadores han tenido lo suyo, es decir, algo bueno en lo que han escrito.
De última, han escrito mejores cosas que yo, lo que, en sí mismo, no dice nada más que tengo un ego desproporcionado.
Decía que le di amplio crédito a Ishiguro pero algo pifió en mi plan de lectura y el yapanís cayó en default: me enredó soberamente las pelotas con su Nunca me abandones, supuesta obra de ciencia ficción que es más lenta que la tortuga manuelita y cuyo título sospecho, en mi ya declarada mala fe hacia el autor y su obra, ha sido elegido a propósito para que no abandonemos la lectura. Pero ni así funciona, al llegar a la página 205 ya no queremos saber nada de Tommy, Ruth o la mujer de pelo plateado.
Eviten leer Nunca me abandones para no caer en la trampa culpable que se esconde en su título. O sufrirán más de 200 páginas de pérdida de tiempo.

Pajarera reniu

Aunque no me gusta mucho la nueva plantilla, acá 'tamos.

El legado del tufo

En estos días veraniegos el malhumor suele estar a flor de piel. Para esos momentos en que decidimos que otros son causantes de nuestra frustración. Elija su blanco perfe'to:

a) EL gobierno - b) colectivero - c) conductor de vehículo particular - d) taximetrista - e) peatón atropellador - f) policía baboso - g) guardia urbana (o cuerpo macrista de control social) -h) plomero sudado y poco predispuesto a trabajar - i) kiosquero que no da monedas - j) pasajero que se cola en tren o subte - k) cajero de super chino (generalmente oriental) que no habla castellano

Ardores

La carne se enciende más por el corazón que por el pensamiento.

Ahí 'ta nomás

Fue Magoya para EU!, espero que los guste a pesar de mi catastrófica edición de imágenes.

Cansancio

Me tiene un poco estufa el bombo mediático por Maradona. Es todo mentira, viejo, sí, como bien dijo Chilavert, como técnico no ha ganado nada.

Soñar y nada más*

No despiertes si sueñas amores,
niña hermosa, que amar es soñar...
Despertar es quebrar ilusiones
y hallar, entre sombras, la amarga verdad.
No despiertes si vives soñando
y en tu mente hay torrentes de sol;
si en tus sueños se encienden suspiros
que te cercan y acallan tu voz.

Soñar y nada más,
con mundos de ilusión...
Soñar y nada más,
con un querer arrobador...
¡Soñar que tuyo es él
y vive para ti!...
Soñar, siempre soñar
que dicen que, en amor,
es triste despertar.
Soñar y nada más,
con noches de quietud,
que, misteriosas, van,
cantando amor y beatitud.
Volar a las estrellas
de divinos resplandores
y, en esa eternidad,
vivir un ideal...
¡Soñar y nada más!...

No despiertes si sueñas quereres,
que sin duda soñar es vivir...
Mientras tu alma vislumbre ternuras,
verás, niña hermosa, que el mundo es feliz.
Despertar es matar esperanzas
y enfrentar a la cruel realidad...
Es por eso que quiero que sueñes,
que soñando jamás llorarás.

*Tangazo de Francisco Canaro e Ivo Pelay

Desvelo

En la quietud de la noche, una idea se viste de oscuridad.

Borgeano

El otro día le leí al viejo "tenemos todo el pasado por delante" y me quedé pensando... Yo sé que el viejo lo dijo por eso de la inmediatez del presente y por la fugacidad con que, zas, una acción ya es anécdota.
Seguí pensando y pensando, unos cuatro minutos porque mi concentración es brevísima, buscando a quienes sufrieron la molestia cíclica del tiempo tanto o más que el infeliz de Sísifo*: se me ocurrió la mula del molino; el pancho** al que las arpías le morfaban el banquete; el inmortal del viejo, ese que busca el río; el holandés errante; y unos cuantos más.
Así me asaltó la duda: ¿Es curva del espacio-tiempo, o redondel?


*Sísifo: Un vivo bárbaro que se garcó en los dioses hasta que estos, hinchados las pelotas, lo condenaron a subir una piedra a una montaña. Al re pedo porque siempre, cuando está por llegar arriba de todo, a Sísifo le fallan los frenos y no para de rodar hasta la base.
**Fineo: Un pobre tipo, poseedor del don de la profecía, que fue cegado por buchón y condenado a participar de un festín del que nunca morfaba nada por culpa de las arpías.

Balconeada

Con la mano estrujando la baranda, fijo la vista en el cielo.
Desde muy lejos escucho los pasos que vienen. Escucho al futuro llegar; algo me dice en susurros pero hay mucho ruido y no sé, realmente no estoy seguro, si quiero entender sus palabras.

No estamos trabajando para usted

En tiempos de reestructuración parternalista, la vieja pajarera ha sufrido algunos cambios. Sepa disculpar las molestias ocasionadas. De lo contrario, jódase.

En confianza

En las hojas de los árboles escucho al viento confesarle sus miedos a la noche.

La memoria del calor

Recuerdo esa mañana en que me sonreíste y mi vida se alegró. Recuerdo una tarde lluviosa en que se me agujerearon los ojos de tanto buscar las olas contra el viento. Recuerdo la vez en que la noche comprendió mi tristeza y mi soledad, y ya no intentó consolarme ni acompañarme.

Charanguitos

Aunque la luna no sea tucumana desata en mí esa cosa, esa lírica, no sé, que me hace capaz de saltar sobre el mundo para cabalgar la noche.

Lugares comunes (atizadores)

Después de ver mil asesinatos en otras tantas películas llegué a la conclusión de que nunca voy a ir a la casa de alguien que tenga una chimenea.

Casi un deja vu

Temí que no me quedara una sola cosa capaz de sorprenderme. Temí que no me abandonará jamás la impresión de volver.
Borges, el aleph.

Pero no fue ansí, Jorge, fue tan diferente.
Nos juntamos en la casa de los Celli, aunque debo adecir que no fueron todos, para recordar aquellos años en los que el tiempo pesaba menos y las manías eran otras, livianas, juveniles. Nos juntamos después de una parva de años que se fueron montando unos sobre otros sin que nos diéramos cuenta y que, de repente, en los días previos a la reunión, esta faraónica reunión de voluntades y sueños y recuerdos, se mostraron con todo su peso.
Sentí que redescubría algo que me era familiar pero que de algún modo había cambiado y, quizá por ese cambio, o por la distancia, o por lo que el tiempo y la distancia obran en las cosas y las personas y en los recuerdos que tenemos de las cosas y las personas, me sorprendió su novedosa familiaridad.
Entonces, Jorge, me descubrí volviendo a un lugar que no conocía. Y quizá por eso, por esa ignorancia breve, después de mucho tiempo, sonreí.

(im)Pensados

La debilidad es la excusa de los infelices.

Diagnóstico

-Salir entre semana, en su avanzado estado de descomposición, le provocará mareos, dolores de cabeza y piernas -dijo el Doctor.

Iluminaciones

La noche, almohada de los desquisiados.

actualisiti 1

*magoya 1.0 (versión histórica) en cuentos maniatados
*nueva cita escogida
*la pajarera se lamenta la pobrísima presentación de los textos

Feisvuc

La muerte de blossssspot.

Éramos tan jóvenes

Valeria Surfing Club

Colores cobrizos

Me arruinan el día un calzón empercudido y este sueño pegotino.

Últimamente

Como todo en este país, Santa Rosa fue más intención que realidad.

Pensamientos

Me imagino un golem de voluntad y hierro. Un coloso con forma de conejito blanco que sólo sabe andar y andar y andar...

Por qué no soy cristiano

¡Santa Rosa y la que te parió!

Día negro

No me gusta trabajar. Y mucho más me disgusta extenuarme trabajando.

Pasito a paso

Uno tras otro, avanzo a tientas. Sin mucha idea pero con tanto coraje...

Onímidos obstinados

Se miró la mano y vio en ella el reflejo de un rayo de luz que se filtraba por la ventana. No le importó saber si era el Sol o el farol de la esquina; traía luz, calor, esperanza.
Se durmió pensando que cuando despertara miles de sonrisas entrarían volando por el balcón para susurrarle carcajadas al oído, carcajadas que sólo él podría escuchar.
Pero al abrir los ojos no escuchó nada y una parte de él siguió durmiendo, esperando que en alguno de sus despertares se rompan las cadenas que encierran su imaginación.

Me cache

Tuve la certeza cuando me rebané el cogote mientras me afeitaba, justo en el mismo momento en que se me había ocurrido la mejor frase de la literatura mundial: no se puede ser sensible cuando se vive en un mundano mundo repleto de mortales.

Tantas boludeces...

Dicen que vivir es una eterna sucesión de momentos dulces y amargos. Agregaría que también están los momentos neutros, pongámosle asacarinados, y que estos son los peores. Se entiende, digo, en los que no pasa ni fú ni fá.

Caracho (la vida como helado de dulce de leche)

No hay caso, el futuro siempre se ve borroso. Y uno cree entenderlo y, quizá, hasta anticiparlo si piensa en él con suficiente profundidad. Claro que en esto siempre nos equivocamos porque apelamos a la razón en momentos en que deberíamos apoyarnos en la mera suerte.
Y es que no se puede más que apostar al culo, viejo, si el destino no pierde esa particularidad que lo hace único: su imprevisibilidad.
Después, una vez que nuestra apuesta no se condice con la realidad, elaboramos teorías que intentan tranquilizarnos explicando nuestra existencia mísera: sostenemos que el cambio constante nos previene del embole mortal (comúnmente coronado por un improvisado suicidio).
Y en verdad muchos creemos, con mayor o menor razón, que es precisamente esa incertidumbre la que da a la vida su sabor y color. Pero con el tiempo nos vamos convenciendo de que, si bien es cierto, más nos gustaría disfrutar siempre de nuestro sabor preferido, mechándolo con algunos otros, muy de vez en cuando, como para no olvidarse de por qué nos gusta el placer.
Al fin que todo no se da siempre y, bueno, ante el quilombo reinante uno prefiere elegir lo que le gusta, cuando puede, y arañar lo menos peor cuando ya casi no le quedan chances.

Señor del almohadón

Recómodo el peludo

Calaf, el regreso

Manducando chupete de cuero

Recién lo vi

Cerraron casi todos los blogs que empezaron al mismo tiempo que éste.
¡La soledad no tiene fin!

Hasta el fondo de las cosas

Me miro en el espejo y no descubro eso que, dicen, me hace ser como soy. Incluso raspo mi piel y esa luz que, dicen, tengo dentro, no sale.
Apenas se muestra un poco de dolor y sangre. Y más tarde un raspón y una cascarita.

Para la próxima uso bisturí.

deseo

Quiso ser un pájaro pero sus alas eran de barro. En el aire se convirtió en un fino polvo que el viento llevaría por siempre de allá para acá.

Tonteras matutinas

De recién levantado siempre pienso en atarme el calzado derecho pero, inmediatamente después, veo el otro y me tiento y tardo como cuarenta minutos en arrancar con alguno.

Uno de esos

Dijo que la Instrumentalidá' no era una visión descarnada de la teno'logía sino del avance teno'lógico. Al principio, sabiendo la historia del autor, me sonó a engaña-pichanga. Con el tiempo pude asimilar Azul pensar, hasta dos contar y lo supe: el tipo estaba loquito, qué tanto...

Llantos y mocos

Mi nariz pegoteada podría deberse a una horrible gripe o a la derrota de Boca.

Helada

En la estación de Ballester el viento se frotaba contra la gente tratando de escaparse del frío.

Combatiendo la retención

Después del kilombo de los tomates a los amigos del campo no les creo ni un poquito.

Un oficio muy salado

Me he perfeccionado en el arte de extraerme mocos.

Y dale, y dale, y dale, dale, dale...

Cómo desearía no pisar la mierda que otros van dejando por el camino.
Cómo quisiera no tragarme mi propia mierda.
Cómo voy a cagarte a trompadas, bardudo hijo de puta que te la das de santo barón y, encima, sos el que creó toda esta porquería.

Alegría

Estiró la mano y supo que toda la bondad del mundo encarnaba en la moneda que le estaba dando. Una puta moneda, pensó, de la que nadie se quiere desprender.

Qué sé yo

Hubo un tiempo en que fui un pájaro en el mar, y seguí a las olas hasta la San Concha. Ahora veo gotas patinando la ventana y se me derraman los recuerdos: soy un alma vieja, pienso, desgastada por tanta sal y tanto miedo. Un alma que, a pesar de su edad, todavía piensa en montañas de espuma y ruleros de libertad.

El qué dirán

Dicen de mi perro que ladra y es malo. Y digo yo, ¿para qué mierda querría uno un perro de defensa? ¿Para que nos sirva el té y le mueva la cola a los invitados?

Gallinas

Eso son: putas gallinas.

Hace siete años, un día como éste

Me pregunté por qué mierda no encontraba un súcubo que me garchara como dios manda para comérseme bien comido el corazón.
Boludeces típicas que uno siente cuando está deprimido.
Entonces me jui de vacas a Ecuador donde tuve la juerte de correr olas de cinco metros.
Después de eso la depresión me chupó un huevo.

El auto de la vida

Me vino fallado, sólo tiene dos pedales: embrague y acelerador.

Funky town

¡Qué ropa usa la gente que viaja en tren!
¡Y piercings!
¡Y peinados locos!
No hay caso, che, me estoy poniendo viejo,
E hincha pelotas...

Día de combates

Si no supiera que hoy ganamos, éste pesado humor me convencería de mi derrota.

No hay poronga...

No hay peor cosa que viajar enlatado en un tren con humo. Querer abrir la ventana y tener que cerrarla porque alguien se queja tosiendo. "Hace frío, mucho frío", dice y enseguida un coro empieza a chillar. Entonces otro tose y grita que "se ahoga con el humo" y el mismo corito se queja y pide que abren las ventanas.
En fin...

Días grises

Entre la baranda y el ardor en los ojos, venir a trabajar es una verdadera tortura.

Ahora que viajo en tren

Me doy cuenta de lo miserables que podemos ser por conseguir un asiento. Incluso, cuando nos disponemos a bajar, nos empujamos unos a otros como vacas queriendo salir del corral. Decí que, por suerte, el martillo de la muerte que nos esperaba no era otro que el aire helado de Retiro.

Me siento flotando en sucia pelusa

.Y la verdad me cansa esta alérgica sensación de derrota.

Reparando por un sueño

Hoy se cumple un año de mi primer combate. Entonces fui vencido por un ericsson t109. Con el tiempo, me comí crudos esos telefonitos y, ahora, directamente no los arreglo.
Fokin bostas.

My pichicho II

El niño Calaf y sus sonares

28 días sin balance

Esto no me pasaba cuando andaba con la tablita bajo el brazo.

My pichicho

El niño Calaf y sus orejas

Grasa

Tu ADN está en la cama, y yo lo CLONO para mí.

4 de enero

¡Qué largo se hizo el año pasado!