Me vestí y salí pa'l trabajo, medio apurado.
En la esquina de casa doblé rápido y choqué a otro peatón. Era un chaval al que se le notaban ganas de puñetazos
Me putió. Le pedí disculpas. Me volvió a putiar.
Entonces le sonreí y seguí caminando.
-No te calentés, pibe -le dije sin detenerme-. Además, arrancar la mañana a trompicones es de giles o borrachos.
Él también sonrió, me hizo fakiu y se fue sin mirar atrás.
Un sitio de sueños y giladas varias. Se dijo que también había literatura pero de tan dudosa calidad que -ahora- preferimos omitirla.
miércoles, diciembre 14, 2011
jueves, diciembre 01, 2011
Nakín de los búhos
Comprendió que en la línea recta se fatigaba la memoria. Porque la memoria sólo perdura si se reinventa.
Liliana Bodoc.
Y por eso voy a recordarnos en nuevas historias viejas. Para que volvamos a encontrarnos con diferentes nombres, hasta el fin de la eternidad.
Liliana Bodoc.
Y por eso voy a recordarnos en nuevas historias viejas. Para que volvamos a encontrarnos con diferentes nombres, hasta el fin de la eternidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)