miércoles, noviembre 28, 2007

¿Qué nos queda?

Cuando todos nos garcan, sólo podemos confiar en la contundencia de nuestros propios soretes.

martes, noviembre 27, 2007

Medicina pública

Gracias a los médicos, las enfermeras y los camilleros del Hospital Fernández.

Viajes complicantes

A mi vieja no le sienta bien Argentina. Tres veces volvió de las cenizas, perdió todo y lo volvió armar. La última vez tuvo que cruzar el mar, allá por el 2002, y levantar un nuevo sueño en las costas de Málaga.
Hace un año vino a visitarme y, a la vuelta, tuvo que bajar de emergencia en Cabo Verde. Para cuando llegó a su casa la aerolínea en la que viajó había quebrado.
Hace unos días volvió a visitarnos, por trámites y unos asuntillos medicinales: el jueves a la mañana fue al dentista y apareció siete horas después, sin recordar dónde había estado. Terminamos en el Hospital Fernández con un cuadro de Amnesia Global Transitoria.
Decididamente, a mi vieja no le conviene más la Argentina.

lunes, noviembre 19, 2007

Todo muy sospechoso

Esto del calor y la lluvia que no aparece, ¿Será parte del chamuyo del INDEC?

martes, noviembre 13, 2007

Impresiones de caminata

Viajo soportando los atropellos de otros infelices que, como yo, se empujan entre sí para ganar medio segundo de ventaja. Después, si pierden, se quejarán por ese medio segundo que otro se llevó. Por las ventanas empañadas veo cómo un taxista y un particular se cagan a piñas porque un encierro que no terminó en choque. Pero lo mismo da, si puedo ver piñeriándose a un chorro y un poli, un bondiman y un arrebatador, un cabeza de tortuga y un sindicalista... Al final, me bajo del colectivo forcejando con unos amarretes que viajan en la puerta, más cómodos, sin dignarse a abrir la cancha.
Lo mismo da, estamos construyendo una bonita sociedad.

lunes, noviembre 05, 2007

Memorias

Cuando uno los vivía, esos instantes de risa parecían demasiado efímeros, como si el tiempo fuera también tirano en la felicidad. Luego, cuando uno los recuerda viéndolos estirarse a lo largo de la memoria, se vuelven mansos, como el fluir de un río que nunca termina, provocando sonrisas y lágrimas que no lastiman.

Parecería ser que

La noche es mala consejera. Por la bebida o el sueño, cuando le entré al sánguche no vi bien si era lomito o pebete de salame y queso.
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