martes, julio 10, 2012

Paso a explicar


Hay cuestiones que las tenemos recontra lungas.

La cosa de la web, ponele, la conocemos bien después de tanto luchar y luchar. Y mirá que creemos que el copyderecho no debe existir, pero igual peleamos contra las malas hierbas y las malas gentes.

Entonces, ponele, aparece una darkin-faker y quiere cagar(te/le) la vida.

Y pensás: Pobre cosita... No tiene idea desde hace cuánto que venís luchándola.

La darkin-faker cree, sinceramente lo cree, que con un par de herramientas pedorras de hack puede ganar.

Y ella, que es tan adicta al sexo, tan mujer silent hill, tan insane in the brain. Ella, que es tan mala, malosa, malísima. Ella, que es tan party hard girl, tiene los mismos prejuicios que un ama de casa de los 60's.

Uno entonces pregunta sobre la banalidad del mal y todo lo Arendt que te puedas imaginar.

¿Cómo podría no hacerse la mala si la abandonaron todos? ¿Cómo no tenerle lástima (o algo parecido), si es también una víctima de la mierda?

Pero no es lástima. Es otra cosa. Es humanidad. Además, es tan fácil romper lo que ya está podrido. Es tan fácil lastimar al que ya está herido.


Porque uno da aunque no reciba. Porque uno no es garca.

Sólo es humano y, aunque a veces tiene ganas de tirar un par de trompadas, es puro impulso.

Ya pasa.



sábado, julio 07, 2012

Paredones


Son personas.

Son sentires.

Son recuerdos.

Las mejores cosas no son.

Se sienten.
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