miércoles, julio 19, 2006

El mundo de Nicte

-Me alegra verte otra vez. Espero que esa muerte te haya enseñado a no dejarte matar.
-Sí, y además caí dignamente.
-¿Te enorgullecés de tu muerte?
-Claro, no me entregué sin matar.
-Desperdicié mucho tiempo en vos. Resultaste tan obtuso como los retrógrados que te cazaron.
-No entiendo por qué me tratás así.
-Porque sí, porque tu ceguera me enoja. Ellos enardecen ese heroísmo homicida del que te enorgullecés. La diferencia está en la representación, ellos querían demostrarlo matándote y, vos, no dejando de matar.
-Pero la Dama enseña que la resistencia es divinidad.
-Ella puede dignificar el suicidio pero yo soy tu maestro y trato de inculcarte otros valores. ¿qué sería lo meritorio de tu muerte: la cantidad de enemigos que mataste o tu obstinado deseo de vivir?
-¡Uy, me mataste!, creo que ambas.
-La próxima vez que contestes sin pensar voy a matarte de verdad.
-Pero necesitamos ideales, convicción, ferocidad.
-Olvidate de la ferocidad. Es verdad que necesitamos convicciones e ideales, pero deben darnos fuerza para vivir convencidos y no para morir cercados.

Imaginarios, capítulo III: noniú y el escolasta.

9 comentarios:

eggy dijo...

Guau...
Hablando de muertes dignas y vidas perdidas pensaba, ¿cabe la posibilidad de una muerte digna para quien sea responsable de otras muertes?. Creo que me quedé en el post anterior.

Natalia J. dijo...

que tema el de la muerte!!
a la perinola!

julieta dijo...

Nicte? Nietzsche pronunciado por un gangoso?

Pensaba, desde cuando el calificativo de la acción debe ser correlativo al valor moral del sentenciado?, la muerte no deja de ser digna para un ser vil, me parece...
ay, no se, son cuestiones sin importancia que analizo por temas de.. soy mujer che, si me vieran manejar..

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Concuerdo con lo que dice persio.
De todos modos no entiendo a que vas con muerte digna.
Creo que todos la merecemos.
Algunas personas la esperaran con amargura y otras con felicidad.
Algunos rememorando anéctodas y otras arrepintiéndose de ellas.
Che, nos pusimos mortuarios.
Saltemos del sarcófago ya mismo.

niñoespina

julieta dijo...

uf, justo que se ponía divertido..

P.S. dijo...

Leí el post, veo la fecha en que lo publicás y no puedo dejar de asociar con Santucho. Ya sé, es asociación libre.
buen blog

Unknown dijo...

eggy: creo que la dignidad de la muerte pasa por un hilo personal. Con esto quiero decir, matando muñecos, por más joputas que fuesen, uno no es más o menos digno al morir.
apo: ¡tengo miedo, apo!
yul: no sé si todas las muertes son dignas, aunque si creo que se podrían vivir, valga la paradoja, con dignidad. Ponele, Belgrano, no sé, Castelli.
persio: es la cosa esa de los espejos, uno se ve en el otro y no le gusta un carajo. En cuánto a la condena de ESOS asesinos, el único problema que veo es que las decisiones de hoy puede revocarlas un futuro obsecuente.
nñEspina: salimos del sarcófago, pero algunos dilems morales siempre serán una mierda.
yul: no sé si divertido, pero...
ps: la verdad que no lo pensé de esa forma pero bien podría ser. Igualmente, siempre sostengo que uno no debe pensar la historia con los cánones del presente. Y siguiendo con eso; para combatir una guerra uno debe aplicar a Clausewitz, Tzun Tzu y Napoleón, y no a Marx, Hegel y Guevara (sí, dije Guevara, no tenía ni idea de táctica ni estrategia).
Cordialmente,
Yo.

julieta dijo...

ufa, bueno

Flσr dijo...

morir luchando. ese es el deber de cada uno.

nada mejor que estar vivo y eso hay que defenderlo con la vida misma (si es necesario matar para no ser matado, el fin justifica los medios en este caso)

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