Hay días,
papito, en que tu
espiral se enrosca tanto que no deja espacio ni
pa' abrir los ojos. En esos días te convencés de que necesitás un
cucifai, cualquiera, que te ayude a desenrollar espirales, abrir los ojos y salir a la calle para darte el gusto de saber, con la certeza que sólo tienen los nenes, los locos y los desesperados, de que la vida sigue a pesar de todo, a pesar, incluso, de vos.
4 comentarios:
A mi eso me pasa alrededor de 4 veces a la semana, cosa cual es un buen promedio en comparación con otros tiempos u otras personas.
Sssta luego.
No es poca cosa poder darte cuenta que la vida sigue... triste sería que te sentaras a esperar que no
Por mucho que uno se empeñe en negarlo, la vida tiene esa mala costumbre de arrastrarlo a uno.
Hoy estoy demasiado limado para dar respuestas coherentes, así que digo sí, y listo.
Cordialmente,
Yo.
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