lunes, noviembre 03, 2008

La memoria del calor

Recuerdo esa mañana en que me sonreíste y mi vida se alegró. Recuerdo una tarde lluviosa en que se me agujerearon los ojos de tanto buscar las olas contra el viento. Recuerdo la vez en que la noche comprendió mi tristeza y mi soledad, y ya no intentó consolarme ni acompañarme.

4 comentarios:

Oscar Grillo dijo...

Estoy en Cordoba, Andalucia. Es de noche y llueve reciamente con una lluvia viril y macha.

Unknown dijo...

Una lluvia gruesa y pesada y también, quizá, graciosa como los andaluze'... Este tipo de escritura resulta en minipostales de nuestra(s) vida(s).
Cordialmente,
Yo.

dijo...

Esas noches, jamás se olvidan.
mil besos

Unknown dijo...

Never.
Cordialmente,
Yo.

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