jueves, octubre 18, 2007

Radio

Una escucha que la cantidad de propagandas políticas aumenta y piensa, o cree, que el beneficio de las elecciones va para algún lado medio misterioso.

5 comentarios:

silvia camerotto dijo...

misterioso? de verdad, misterioso?
perdí las dudas.
me las pasa?

Unknown dijo...

Lo que más me preocupa es de dónde salen los beneficios, pero algo me dice que están muy relacionados con el lugar a donde terminan...

Lolo dijo...

Nos pongamos un medio para percibir los beneficios del misterio, se prende?

G. dijo...

¿Qué me dice de este caso?
Hay una generación que creció escuchando que serán los jovenes del futuro, que el futuro está en sus manos blablabla.
Esa misma generación asume la pesada responsabilidad y busca instruirse en el ámbito académico.
Muchos, parte de esa generación, han viajado hasta lugares exesivamente lejanos para obtener esta instrucción, y tener derecho profesional de obrar y hablar.
Ahora, esa gente, de esa generación que escuchó y asumió semejantes responsabilidades... no puede hoy elegir a su presidente.

Veamos...
Si me voy a vivir a Escocia, residente, laburando, bien instalada allá... puedo votar el presidente argentino.
Si soy mexicano, neozelandés, chino, nipon, ruso, colombiano o chileno, y vivo en Argentina... puedo votar presidente.
Si estoy muerto... puedo votar presidente.
Si no existo... puedo votar presidente.

Y si me viajé 3500km para formarme profesionalmente, siendo una pendeja, lejos de todo lo conocido, creciendo en muchos aspectos de golpe buscando solo un fucking titulo que acredite tu maldita formación profesional... ¿Porqué no puedo votar presidente?
Y peor aún, ¿porqué tengo que seguir escuchando tanta paparruchada, pisando panfletos, recibiendo folletos, escuchando propagandas a todo volumen por cada rincón de la ciudad?
Eh? Eh??

Unknown dijo...

sibila: oiga, no me pierda la ignociencia.
patto: usted sabe que la guita es viciosa, y se mueve en forma centrífuga; muere donde nació.
lolo: últimamente me prendo en todas. ¡Qué no se me malinterprete, caracho!
guadalupe: percibo cierta frustración, cierto encono... También debo aceptar que usted señala una gran incongruencia, típica de nuestra bienamada (y mal cogida) Argentina.
Cordialmente,
Yo.

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