Henning Mankell.
Últimamente no estuve muy literario. Presiones laborales diversas me exprimieron todas mis letritas. Entonces hubo silencio de blog, de cuadernito, de cartita y de vocablo. Una mierda de vida, bah, si se quiere, y más cuando uno necesita, como yo, que hablo hasta con el colectivero, expresarse a cada instante. O, más bien, expresar algo que no se termina de conocer del todo sin la palabra escrita, y apenas puede entreverse entre línea y línea de textos interminables, impresiones tronchadas en cuentos y novelas.
Pero la vida es así, pura incertidumbre. La vida es esa figura encaramada en la rama que cuelga sobre algo más grande, algo que se ignora por completo. Uno escribe desde esa ignorancia, tratando de definirla con cada puta palabra, dándole forma a algo que, finalmente, será su obra.
Frágil, sí. Ignota, también. Insoportable, quizá.
Pero muy intensa, y qué carajos.
3 comentarios:
Por que nunca se silencien los cuadernitos!!! salud!
Salud por eso!
Cordialmente,
Yo.
Grazies!!!!!
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