sábado, abril 28, 2007

Confesiones

*El otro día gasié el local y, segundos después, entró una clienta a preguntarme el precio de un W300. Fueron interminables esos minutos de incomodidad que vivimos mientras le describía prestaciones y diseño.
*En verdad no puedo dejar de leer mientras hago lo segundo. Así se han ido largas horas de mi vida.
*Me como las uñas de los pies. Las mastico y después las suelto al piso. Hemos tenido largas discusiones con la enana por ese temilla.
*Lo primero que le miro a una mujer son los pies. Tienen que ser chiquititos y formaditos. Una mujer con pies feos es aburrida, se le dificulta el caminar.

5 comentarios:

H.d.H. dijo...

Ya hay toda una literatura destinada a ser consumida en el baño. Para no ir más lejos mirá las revistas Viva y la de La Nación. Deberían venir con aromatizante no?

silvia camerotto dijo...

pobre cura!

Carito dijo...

Qué muchacho...Consulta cómo hace para coemrse las uñas de los pies? Le da el ángulo?

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Querido amigo, al haber vivido contigo algunas cosas no me asombran, aunque no dejan de ser desagradables.
Lo del local, en fin, sin palabras.
Respecto de las uñas de tus pies, sos bastante inmundo y tu enana demasiado tolerante.
Carito duda de tu habilidad porque no te conoce, y no sabe que sos tan petiso que tu cabeza y tus puies son prácticamente todo tu cuerpo.
Razón por la cual preferís todo chiquito, como los libros que llevas al baño, proque sino vivirías dentro de él.

Abrazo de Blog.

Unknown dijo...

*Es verdad, y también impresas en papel higiénico.
*¿Cura?
*Usted sabe, el ser humano se adapta el medio. Y también se parte o se abisagra, según gustos.
*No ventilemos viejos cuentos. La enana es tolerante. Mi idea es tener una biblioteca en el baño. Sería más cómodo.
Cordialmente,
Yo.

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