Viajaba al lado mío en el tren, y lloraba. Yo le veía la cara húmeda y el corazón toto. No supe en qué ni por qué, pero me jodió ver a alguien en lágrimas tan de temprano. Me miró y le guiñé un ojo. Sonrió entre sus mocos y sus dolores, y entonces le alcancé un pañuelo y le sonreí con toda mi nostalgia.
No sé pero, te juro por el barba, que apenas solté el pañuelito el peso que me desgarraba el culo se jue como por arte de magia.
4 comentarios:
la imagen me pudo y conmovio...
Vea, a mí también. Será por estos tiempos sombríos, no sé...
Cordialmente,
Yo.
Que ironía.
Nunca mejor dicho, nunca.
Cordialmente,
Yo.
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