Encerrado en los confines de un círculo mediocre, y opaco, salí del baño.
Esos retorcijones gauchos de tanto mate tienen a maltraer mi aparato digestivo.
Pero pateo la calle con la frente en alto. Algo distraído.
Las gotas de la lluvia inclinan mi taciturno marote y golpeo de frente con su napia.
-¡¿Qué hacés pelotudo, porqué no mirás bien?!
¿Me putea, así sin más?
Es que tenía razón, la modelito, esa, de Avenida Santa Fe. ¿Qué hacía yo, caminando, muy fm, y sin mirarle el orto?
Qué boludo, que soy. Mi dió.
2 comentarios:
solipcismo. ésta fue bastante clara.
Al parecer, sí. Esta situación yo no la viví.
Cordialmente,
Yo.
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