Mi tacto me comunicó la aspereza de ese puchinbal improvisado. Le dí una, dos, tres trompadas. El pobre murió heroicamente, y con el clarín sonando lo mandé al infierno.
No me gustan los despertadores, especialmente los que tienen complejo de alborotación.
7 comentarios:
¿Si? ¿O no querés despertarte?
abrazo de gol
NÑ
Bonito sería no despertar.
Pero con mis ojos ya he visto demasiado, da igual.
juan gris
Y cómo querías que te despertara el pobre bicho? Susurrando "dale bonito levantate que te hice unos mates"?
A mi si no me alborotan no me muevo.
Eso es lindo...eso SÍ que es lindo...estar durmiendo sueavemente y cuando suena el aparato ese, mandarlo a volar hasta que choca contra una pared y se muere para siempre.
Depués habrá que ir a todo por dos mangos a comprarse otra víctima.
Alguien ayúdemeeee... tengo tres despertadores bochincheros y dos manos...!!!!!
No sabe cómo lo entiendo Niño.
Tal cual, hay veces que da ganas de destrozar ese aparato.
EL universo onìrico no tiene más lìmite que el de las siete de la mañana.
Cordialmente,
Yo.
P.D: abajo la oligarquía de los despertadores pedorros.
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