Sus pies eran invisibles y por eso nada la oía caminar. Un día salió de su casa, me contó, escapándose de una discusión. Sus padres pensaron que volvería, esperaron y esperaron hasta que aceptaron que no la verían más.
Muchos años después yo waitaba una ola y la vi llegar, flotando sobre el agua.
-La delicadeza del mar nos hace olvidar su fuerza -dijo.
Asentí en silencio.
Recuerdo que la vi alejarse, deslizándose entre risas y gritos, salpicando con las manos. Entonces llegó una ola y me llevó hasta la playa, y me di cuenta de que yo tampoco hacía ruido al caminar sobre el mar.
2 comentarios:
bonita imagen la del silencio en los pasos
saludo
Agradézcole.
Cordialmente,
Yo.
Publicar un comentario