Se siente bien esto de soñar mundos imposibles:
mudos,
invisibles,
y con sabor a menta.
El problema suena a las seis de la mañana,
porque sabés que falta bañarse y salir para el infierno,
digo,
el trabajo, que es lo mismo que el infierno de la sensibilidad.
4 comentarios:
A ese posible mundo solo le sacaría el sabor a menta.
¡No! ¡La menta no! Es lo que da frescura al asunto.
Cordialmente,
Yo.
Pero no puede ser otro sabor????
su otredad: Bueno, pongále, sándia.
olímpica: me alegra que usted coma la misma marca de palmitos que yo, aparentemente vienen en mal estado.
Cordialmente,
Yo.
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