Ayer a la noche volví a casa un poco bajoneado, hablé con la enana y
Es lo de siempre, empiezo algo, pifio en la primera, y después estalla la creatividad. No sé si es una maldición o qué pero ocurre siempre. El primer día me acosan ideas que tengo que pasar al papel.
Dormí dos putas horas pero me siento bien.
Ayer explotó de nuevo en mi cabeza, se abrió esa becha extraña que se abre cada vez que me ocurre algo nuevo. Como una máquina de absorber experiencias: escucho, miro, pruebo y elimino, y después saco conclusiones.
Ayer saqué la primera: tengo que mejorar -y preguntar, y escuchar, y aprender- más, mucho más.
Eso sí, la base essssta, como diría el bambino.
6 comentarios:
ahhh la maldita adrenalina, que envidia.
Che, te gustó?
Felicitaciones, deje de preocuparse. Nunca el primer día es el mejor. Y con la experiencia va la evolución.
Lo felicito, hombre.
julieta: la verdad que me gustó. Lo de la adrenalina es ambiguo, ¿sabe? Pero a la final como que ta' güeno.
wachi: tiene razón. Y gracias.
Cordialmente,
Yo.
La práctica hace la perfección. Pero la perfección es asintótica, lo bueno es intentar siempre acercarse un poquito más.
a mi me pasa lo mismo...por ejemplo, si empiezo a escribir un cuento, cuando retomo al otro día es muuuy provable que lo que había escrito el dia anterior que eliminado.
Ah, pero usted es un tipo exigente mesié.
Cordialmente,
Yo.
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